¿Cómo detectar problemas en las patas de tu perro o gato?

Las patas son una de las partes más importantes del cuerpo de tu perro o gato, ya que les permiten moverse, explorar y realizar sus actividades diarias. Sin embargo, los problemas en las patas pueden ser difíciles de detectar al principio, ya que nuestros compañeros peludos no siempre pueden comunicar su incomodidad. Estar atentos a los signos de que algo no está bien es clave para garantizar su bienestar.

Señales comunes de problemas en las patas

Existen varios indicios que pueden alertarte sobre un posible problema en las patas de tu perro o gato. A continuación, te mencionamos algunos de los más comunes:

  1. Cojeo o dificultad para caminar
    Si notas que tu perro o gato cojea, tiene dificultad para moverse o muestra reticencia a caminar, es una señal clara de que algo está afectando sus patas. Puede ser debido a una lesión, una inflamación o problemas en las articulaciones.
  2. Lamerse o morderse las patas excesivamente
    El exceso de lamido o mordisqueo en las patas puede ser un signo de irritación, dolor o picazón. Esto puede ser causado por heridas, infecciones, o incluso alergias. Si tu compañero se enfoca en una pata en particular, es probable que esté tratando de aliviar alguna molestia.
  3. Hinchazón o enrojecimiento
    La hinchazón, el enrojecimiento o la sensibilidad en las patas son indicios claros de una posible lesión o infección. Si notas que alguna de sus patas está inflamada, es importante que lo revises detenidamente.
  4. Cambio en la forma de caminar o posturas
    Si tu perro o gato comienza a caminar de manera diferente, por ejemplo, apoyando solo algunas patas o caminando de forma rígida, podría ser signo de dolor o incomodidad. Cambios en la postura también pueden indicar que algo no está bien en sus patas.
  5. Presencia de objetos extraños
    A veces, los perros y gatos pueden pisar objetos afilados o se les pueden quedar fragmentos de plantas, piedras o vidrios entre los dedos. Estos objetos pueden causar infecciones o irritaciones si no se retiran a tiempo.

Posibles causas de los problemas en las patas

Los problemas en las patas pueden tener diversas causas, algunas más graves que otras. Algunas de las más comunes incluyen:

  • Lesiones o traumatismos: Los perros, en particular, son muy activos y pueden sufrir lesiones en las patas al correr o saltar. Los gatos, por su parte, también pueden lastimarse al saltar desde alturas o al luchar con otros animales.
  • Infecciones: Las infecciones en las patas pueden ser causadas por bacterias o hongos, lo que genera enrojecimiento, mal olor y secreción.
  • Alergias: Al igual que en las personas, los perros y gatos también pueden sufrir de alergias que afecten su piel y patas. Las alergias pueden ser alimentarias o ambientales, y los síntomas incluyen picazón, enrojecimiento y laceraciones.
  • Problemas articulares: Enfermedades como la artritis o la displasia de cadera pueden afectar las patas de tu perro o gato, causando dolor, rigidez y cojera.
  • Problemas en las almohadillas: Las almohadillas de las patas pueden sufrir abrasiones, quemaduras por el calor o el frío, o secarse y agrietarse debido a climas extremos.

Cómo cuidar las patas de tu perro o gato

Mantener las patas de tu perro o gato en buen estado requiere un cuidado regular. Aquí te dejamos algunas recomendaciones que pueden ayudar a prevenir problemas:

  • Revisión periódica: Revisa las patas de tu compañero peludo regularmente para detectar posibles lesiones, infecciones o cuerpos extraños. Esto es especialmente importante después de paseos largos o en exteriores.
  • Corte de uñas: Las uñas largas pueden generar incomodidad y provocar problemas en las patas, ya que afectan la postura y el movimiento. Asegúrate de mantener las uñas de tu perro o gato cortas y bien cuidadas.
  • Hidratación de las almohadillas: Aplica crema hidratante especial para patas de perros y gatos si notas que las almohadillas se resecan o agrietan. Esto es importante especialmente en estaciones frías o cálidas.
  • Protección contra el clima extremo: Durante el verano, evita paseos largos por superficies calientes que puedan quemar las patas de tu perro. En invierno, ten cuidado con la sal de carretera, que puede dañar las patas de tu compañero peludo.
  • Dieta saludable: Una alimentación adecuada, como la que ofrecemos en Alimento Natural Diana, también puede contribuir a la salud general de sus huesos y articulaciones, mejorando su bienestar y evitando problemas articulares a largo plazo.

Cuándo acudir al veterinario

Si notas cualquiera de los signos mencionados, es importante que lleves a tu perro o gato al veterinario para una revisión más profunda. Los problemas en las patas, si no se tratan adecuadamente, pueden empeorar con el tiempo y causar más complicaciones. Un diagnóstico temprano es clave para un tratamiento efectivo.

Recuerda que la salud de tus compañeros peludos depende no solo de la alimentación, sino también de cómo cuidas su bienestar general. En Alimento Natural Diana, te ofrecemos productos naturales para apoyar su salud en cada etapa de su vida. No dudes en explorar nuestras opciones de alimentos naturales para perros y gatos.

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